Esta institución surgió el 7 de septiembre del 2004 con el espíritu de promover un cambio positivo en la salud de la comunidad, informando y concientizando sobre los riesgos de padecer cáncer, jerarquizando la necesidad de la consulta oportuna al médico para su diagnóstico temprano, ofreciendo igualdad de oportunidades a quienes carecen de cobertura social para afrontar su diagnóstico y tratamiento.

Estos años de existencia contienen la inmensa solidaridad de nuestro pueblo, sin su apoyo y confianza los logros obtenidos no hubieran sido posibles. ALCEC Villaguay no es una entidad de beneficencia, no es dar lo que me sobra y el que recibe sigue en la misma situación, no es tampoco una Obra Social a la que si adhiero tengo beneficios, es la unión de personas preocupadas por el bien común que apoyan intereses ajenos donando tiempo, trabajo y dinero para cambiar situaciones comprometidas respetando la dignidad humana.

Debemos a esa solidaridad y a la transparencia de la gestión el crecimiento continuo e ininterrumpido de la institución, la concreción de servicios para la detección temprana de la enfermedad, el acceso a estudios complementarios y de diagnóstico fuera del departamento, asistencia de consultas, viáticos, tratamientos y seguimientos de pacientes oncológicos hospitalarios, acciones cotidianas y permanentes que brinda la institución.

Es oportuno aclarar y destacar que la institución no es un centro para el tratamiento del cáncer ni tiene un banco de drogas oncológicas como equivocadamente se la suele interpretar, los medicamentos existentes provienen de pacientes o familiares que por suspensión o cambios de tratamientos las donan a la entidad para quienes puedan necesitarlas, situación que resuelve en muchos casos la ansiedad que provoca el tiempo que demora la obra social en entregarlos para iniciar los tratamientos.

La lucha contra el cáncer es también la lucha contra la indiferencia, la desinformación, la autosuficiencia y la ignorancia, las estadísticas muestran que la incidencia del cáncer va en continuo aumento en el mundo entero y que el cáncer ha dejado de ser patrimonio de los adultos mayores pues actualmente ha aumentado en las personas menores a 45 años. Los países más pobres y menos desarrollados no están preparados para ofrecer las mismas oportunidades de detección temprana y tratamientos a los enfermos que llegan a la consulta en estadios avanzados.

Las campañas de concientización sobre el cáncer están dirigidas a toda la población para informar los beneficios del diagnóstico temprano y promover un estilo de vida saludable alejado de los factores de riesgo, combatiendo el sedentarismo, la obesidad, el tabaco, el alcohol, evitar la exposición al sol en los horarios aconsejados, recomendaciones favorables para beneficio de la salud pero su aceptación depende del valor que cada uno le asignemos a la misma.
Como adultos somos responsables de nuestra salud pero también de los más jóvenes, no podemos ignorar la realidad del tiempo en que nos toca vivir en una sociedad cuyos cambios culturales imponen y exponen a los más jóvenes a factores de riesgo de comprobada asociación con el desarrollo del cáncer y de otras enfermedades.

Los seres humanos estamos dotados de inteligencia, memoria y la palabra, facultades que nos permiten enfrentar y resolver los problemas de la vida cotidiana, si las aplicáramos en términos de salud, otra sería la realidad y es tiempo de que comencemos al menos con los más chicos, el hogar y la escuela son los espacios propicios para valorar la salud y evitar o modificar conductas de riesgo.