Raúl Albanece, artista de Gualeguaychú, pidió acabar con el hambre y la pobreza. Indignado por la rapidez con la que se recaudó más de ochocientos millones de euros en apenas un día para restaurar la catedral de Notre Dame convocó a recaudar tantos millones para construir hospitales, escuelas y viviendas.

En una nota de opinión replicada por numerosos periódicos argentinos y mexicanos, el artista y docente universitario expresó: "Me conmueve enormemente el incendio que destruyó parcialmente la catedral de Notre Dame en París, pero me perturba la celeridad con la que grandes empresarios, personalidades y gente común contribuyeron, en tan sólo un día, 836 millones de euros para reparar el templo." Y agregó que "esto demuestra claramente la perversidad del sistema social en el que vivimos. Es evidente que hay gente que necesita que los pobres sigan existiendo, porque de lo contrario este monto se recaudaría para redistribuir esa riqueza y construir viviendas dignas para familias sin una casa digna donde vivir."

Albanece dijo que como hombre del arte y la cultura quiere que la catedral sea restaurada por ser parte de la historia de la humanidad que perderíamos, pero al mismo tiempo se pregunta "¿Qué decir de una sociedad que colecta tanto dinero en apenas 24 horas para reconstruir un legado artístico y cultural y tarda años en juntar centavos para construir escuelas, hospitales o financiar proyectos que erradiquen el hambre y la pobreza? ¿Cuál será nuestro propio legado artístico y cultural para las generaciones de los próximos siglos?" A lo que él mismo responde: "No hay mejor legado cultural que podamos dejar una sociedad justa con una redistribución equitativa de la riqueza, sin pobres, sin hambre, sin analfabetismo."

Pidió "a todos los seres humanos que nos unamos para recaudar el dinero que sea necesario redistribuir para acabar con el hambre y la pobreza "en cinco años"." En clara alusión al discurso del presidente francés, Emmanuel Macron. Asimismo, advierte que "Sumamente importante es analizar a qué organización aportaremos el dinero. Hay numerosas instituciones filantrópicas con las mejores intenciones, pero mal enfocadas. Y con sus prácticas, simplemente perpetúan la pobreza". Consciente de la polémica que sus declaraciones puedan generar aclara a qué organizaciones debería donarse el dinero. "aquellas que enseñan a cultivar verduras, a crear huertos urbanos, a producir conservas, economía doméstica, alimentación saludable, por ejemplo; aquellas que se dedican a construir viviendas dignas para las familias que no tienen un hogar."

También agrega que no es necesario ser multimillonario para contribuir a terminar con la pobreza y el hambre, que se puede colaborar "comprando esas verduras o conservas producidas por familias emprendedoras, comprar la ropa, utensilios, o artículos para decoración que producen los artesanos, entre otras cosas." Sabe de antemano que muchos se reirán de su "candidez", por decirlo de manera suave y elegante; pero también sabe que simplemente es una cuestión de decisión política y de cambio de actitud en cada una de las personas y cierra, de modo contundente, con una frase dirigida a ellos: "Utópico, sí; pero no imposible."

Sobre el artista
Raúl Albanece, nacido en Gualeguaychú, donde reside actualmente, es escenógrafo, docente universitario y artista visual. Expone en forma permanente en muestras individuales y colectivas en el país y el exterior desde 2001; y se desempeña como curador desde 2006. Sus obras figuran en Museos y colecciones privadas de Argentina, Brasil, Chile, España, Estados Unidos de América, Francia, Grecia y México. En una de sus más importantes series, La letra con sangre entra, utilizó su propia sangre para pintar gran parte de las obras para hablar sobre los derechos de la infancia que no se cumplen. También se destacan su serie de laberintos y de clonación humana, en las cuales parece llamar la atención sobre la incertidumbre del hombre masificado. En los últimos años se ha centrado en hacer visible la violencia de género y la discriminación en general.