Toda su familia y amigos estuvieron pendientes de la salud de Isaías, quien luchó dos años hasta conseguir el alta, luego de su tratamiento en el hospital Garrahan de Buenos Aires, acompañado por su padre Demesio con quien vivieron un momento muy emotivo al tocar la campanita que señalaba su vuelta a casa.

La caravana que lo esperó desde el acceso sur, hasta la plaza 25 de Mayo y luego hacia su casa tuvo un colorido muy especial con globos amarillos y blancos y toda a alegría hizo eclosión para darle la bienvenida a este Gran Guerrero" que supo enfrentar con entereza esta prueba de la vida, acompañado por la atención y el amor del personal médico y de enfermería que le brindaron toda la contención.

Isaías, con el gesto del pulgar hacia arriba y con el barbijo puesto inicia una etapa nueva junto a sus familiares y amigos que seguramente añoraba cada día que pasaba y ahora podrá vivir experiencias que serán motivadoras por este reencuentro tan especial.