En el Día Mundial de Lucha contra la Tuberculosis, la provincia a través del Ministerio de Salud recuerda la importancia de acudir oportunamente a la consulta médica para la detección precoz de la enfermedad infecto contagiosa y acceder al tratamiento y supervisión adecuados. Asimismo informa que en efectores públicos de toda la provincia se puede acceder en forma gratuita a las pruebas diagnósticas y al tratamiento de la enfermedad.

Cada 24 de marzo, por iniciativa de la Organización Mundial de la Salud (OMS) se conmemora el Día Mundial de Lucha Contra la Tuberculosis en recuerdo a Robert Koch, quien presentó sus hallazgos sobre el bacilo de la enfermedad en 1882. Pese a los avances actuales para controlar la patología, la OMS estima que se producen cerca de nueve millones de infecciones nuevas cada año, de los cuales solo unos 6 millones son diagnosticadas. En nuestro país mueren más de 800 pacientes por año a causa de la tuberculosis.

En nuestra provincia la tasa ha ido decreciendo en la última década, manteniéndose en un rango de 195 a 210 casos diagnosticados por año. Muchos de los mismos son nuevos casos pero también hay un número importante de recaídas y de reingresos debido a que los pacientes abandonan el tratamiento en forma prematura.

Qué hay que saber

La responsable del Programa de Control de la Tuberculosis dependiente de la Dirección de Epidemiología del Ministerio de Salud, Alejandra Doval, informó que “la tuberculosis da sintomatología clara, pulmonar, y debe tenerse en cuenta porque los síntomas son evidenciables para el médico clínico”. No requiere del diagnóstico por parte de un especialista infectólogo sino que puede ser indicada por un médico clínico en cualquier hospital o centro de salud.
La neumonóloga remarcó que la enfermedad se cura pero hay que tener conciencia de que conlleva un largo tratamiento (de seis meses), a lo largo de los cuales el paciente es supervisado en los servicios de salud.

Los primeros síntomas son pulmonares: principalmente la presencia de tos y expectoración persistentes por más de 15 días. “Todo paciente que concurra con esta sintomatología a un hospital o centro de salud debe ser evaluado con una baciloscopía, que es el examen de laboratorio que se pide para hacer el diagnóstico”, indicó la especialista. Otros síntomas que en general acompañan a la sintomatología respiratoria son la pérdida de peso, sudoración nocturna, fiebre nocturna y mal estado general.

Una vez diagnosticado un paciente, al tratarse de una enfermedad infectocontagiosa, también se estudia a su núcleo familiar y su lugar de trabajo para descartar otros probables casos o hacer profilaxis de los convivientes.

En cuanto al pronóstico es una enfermedad que, habiendo cumplido por seis meses con el tratamiento, no da recaídas. No obstante, como tampoco se crea inmunidad para la misma, si no se resuelve el caso en el ambiente el sujeto puede volver a infectarse.

Estudios y tratamiento

Los estudios para descartar o confirmar esta infección son gratuitos y pueden solicitarse en cualquier servicio de salud. La accesibilidad al tratamiento está garantizada en toda la provincia: la entrega de la medicación se realiza una vez reportado el paciente.

El estudio en cuestión, la baciloscopía, es una prueba que se puede hacer en toda la provincia y que consiste en recolectar la expectoración del paciente (se le solicita que tome tres muestras) para ser analizadas por laboratorio. Cabe señalar que hay laboratorios con capacidad para hacer la baciloscopía directa a lo largo de toda la provincia y además hay laboratorios de referencia (en Paraná, Concordia, Gualeguaychú y Concepción del Uruguay) donde se hacen cultivos para casos específicos.

Desde que la persona hace la consulta al servicio de salud hasta que se recolectan las muestras y se obtienen los resultados de laboratorio por lo general pasan unas 48 horas, donde se brinda el diagnóstico. En caso de que la baciloscopía diera negativa pero continuaran los síntomas compatibles con la enfermedad también se pueden indicar una radiografía de tórax y seguimiento.

Una vez confirmada la enfermedad se deriva al paciente al centro de salud más cercano a su domicilio que es el que supervisará todo el tratamiento. Allí se pesa al paciente y se le indica una dieta adecuada (en general se trata de personas vulnerables y que han perdido mucho peso); y se notifica a la asistente social del efector para que realice el relevamiento domiciliario.

El tratamiento consta de dos partes: primero se hace una fase intensiva durante 60 días (o 60 tomas) con cuatro drogas (isoniazida, rifampicina, pirazinamida y etambutol), con las que se mata al bacilo. A continuación se prosigue administrando dos de estas drogas (isoniazida y rifampicina), para esterilizar el foco y no dejar ningún bacilo viable que pueda llevar a la recaída de un paciente.