Mario Acevedo acompañado por Diego Álvarez en teclado y percusión hizo oír sus canciones rebalsando emotividad que contagió a los presentes. Cada tema contó con una alocución introductoria que predisponía a una mejor atención.
Y así pasaron chamamé, baguala, canción y candombe, dedicadas a los afectos más profundos, conmoviendo al público asistente.

Diego Quiñones comenzó solo con su guitarra para luego invitar a su tocayo (Diego Álvarez) a que se sume en la percusión.

Al inicio Quiñones oficio de intérprete donde dejó claro su posicionamiento estético e ideológico (Bañado Norte, La añera, A José Artigas); posicionamiento que confirmó cuando brindó sus propias canciones que fueron central en su presentación.

Belleza y compromiso son las palabras que sintetizan la propuesta de Diego Quiñones, un joven de dieciocho años que emocionó profundamente a quienes se acercaron a participar de este encuentro.

Como ya ha sucedido en encuentros anteriores, ante la renovación del público, los músicos repitieron su espectáculo, y luego también participaron otros habitúes, para después de compartir un refrigerio, seguir con canciones en ronda.