Es verdad lo que dice la letra del tema “Cuando un amigo se va…”. Es verdad, queda un espacio vacío, en el corazón, en el alma. Es verdad…
Y acá estoy, sentado frente a la compu, mi amiga desde hace muchos años, es decir, yo solo dejo salir los sentimientos y ella los transforma en letras, frases y algo leíble después.

Acá estoy….tratando de esquivar las lágrimas para poder ver lo que escribo, acá estoy…tratando de desahogar el alma por el sentimiento de bronca, impotencia y el gran dolor de un amigo que se fue, de un amigo que se nos adelantó en el viaje.

José Alberto Malvicino, o solo Joselo, como él mismo se presentaba ante quien no conocía. De todas maneras usted querido y estimado lector de Semanario, seguramente ese nombre ni el apodo, le harán saber quién es.

José Alberto Malvicino fue el gran impulsor de lo que es hoy Semanario “La Ciudad”. Lo fue por el empuje que tenía y nos transmitió a nosotros. Pero también lo fue como amigo y poniéndose la camiseta, como se dice. José Alberto Malvicino, Joselo, fue por varios años el diagramador de cada página de Semanario “La Ciudad” que usted lee. A ese trabajo le puso garra, le puso ideas y le puso alas, esas alas que él mismo batió para elevarse en este vuelo final.

José Alberto Malvicino, Joselo, fue todo eso, pero fundamentalmente fue un gran amigo. Y es por eso que sigo tratando de esquivar las lágrimas, es por eso que así como dice Alberto Cortéz, cuando un amigo se va, deja un espacio vacío…y vaya si Joselo lo ha dejado, nos ha dejado un gran espacio vacío, que solo lo podremos llenar, recordándolo siempre, así como él fue, conociéndolo como lo conocimos …con una sonrisa y con alguna de sus ocurrencias… “"Boludeces que aportan”, como publicó el periodista Gualeguaychuense Alberto Dorati.
¡Hasta pronto, amigo…!!!
EDUARDO VUOTO
Director Semanario La Ciudad