Con la aparente –y evidente- venia del gobernador electo Gustavo Bordet, un nuevo escenario parece estar configurándose en el peronismo de Villaguay.

La noticia política del día en la provincia fue la reunión de Bordet con los intendentes electos del oficialismo, de la que participó la villaguayense Claudia Monjo.

Su presencia representa en cierta forma un respaldo concreto a la gestión que Bordet comenzará el 10 de diciembre próximo y un alineamiento ya más formal del fuertismo con el gobierno peronista que comandará el todavía jefe comunal de Concordia.

Pero para los villaguayenses el acto tuvo otro dato que pasó inadvertido para el resto de los entrerrianos: Junto a Monjo estuvieron sentados Juan Romero, jefe comunal electo de Villa Domínguez y la próxima presidenta municipal de Villa Clara, Silvina Dome, que le dio el único triunfo departamental importante al Frente para la Victoria.

La participación conjunta de los tres intendentes de las localidades más importantes del departamento no parece ser fruto de la casualidad, sino que parece indicar la existencia de un acuerdo político y de gestión, avalado no sólo por el intendente actual Adrián Fuertes sino también por Gustavo Bordet.

No es la primera señal de unidad en el Justicialismo del departamento Villaguay, pero sí es la más potente luego de las reuniones que se han venido realizando por parte de diversas agrupaciones del justicialismo local encabezadas por dirigentes como Lavini, Insaurralde, Ríos, Camargo, Miño, Medina y otros además de Fuertes.

La fortaleza del grupo que impulsa la unidad del PJ departamental está personificada no sólo por Monjo, Dome y Romero –que gobernarán los tres centros urbanos más relevantes de Villaguay-; sino también por los presidentes de las Juntas de Gobierno (casi todas en manos de UP o del FPV); por la participación del senador departamental Mario Torres; el compromiso de no menos de ocho agrupaciones peronistas de la ciudad y por el peso propio de la figura del actual intendente de Villaguay, Adrián Fuertes, quien ha desempeñado un rol relevante en esa confluencia.

El armado de ese grupo parece estar dibujando un nuevo esquema de distribución de poder y en el ordenamiento territorial de la política departamental.

Si algo le faltaba al grupo –que tiene legitimidad de origen por haber sido casi todos sus referentes avalados por el voto popular- era la bendición externa.

Y eso fue lo que pareció recibir esta mañana en la reunión con el gobernador electo Gustavo Bordet.